Iñigo López de Recalde nació en 1491 en Azpeitia, Gipúzcoa. Militar, cayó herido en la defensa del castillo de Pamplona cuando tenía 30 años. Mientras se curaba decidió cambiar de vida y servir a Jesucristo. De camino hacia Jerusalén llegó a Manresa procedente de Montserrat el 25 de marzo de 1522. Permaneció en la ciudad unos diez meses, aunque solo pensaba quedarse unos días para trasladarse a Barcelona, pero un rebrote de peste propició que permaneciera mucho más tiempo en la ciudad.
San Ignacio de Loyola es la personalidad que ha dado más proyección internacional a la ciudad de Manresa. Aquí descubrió su vocación religiosa y aquí empezó a escribir los Ejercicios Espirituales durante su estancia de un año (1522). Por ello buena parte del casco antiguo ha quedado impregnado del legado espiritual del santo. La ruta ignaciana recorre varios sitios marcados por anécdotas, leyendas y simbolismo religioso.Actualmente, en la Cueva de San Ignacio, se encuentra una Casa de Ejercicios y de Espiritualidad, gestionada por la comunidad de jesuitas que viven en Manresa. Se trata de un centro de espiritualidad donde se ofrecen diferentes actividades de crecimiento personal y espiritual, así como jornadas o encuentros.
A todos los seguidores de Jesús con espiritualidad ignaciana les recomiendo el siguiente site