Oración inicial
Te pedimos, Señor, la gracia de que todas nuestras intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina majestad.
Breve silencio
Descansa del ajetreo y mira a dónde vas y a qué.
Buscando amarte más Señor, elijo pobreza en vez de riqueza, por seguirte a Ti pobre. Elijo desprecios en vez de honores, por caminar contigo despreciado. Elijo ser mal considerado en vez de buscar honor por seguirte a Ti, que comenzaste este camino.
Te pedimos, Señor, la gracia de que todas nuestras intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina majestad.
Breve silencio
Descansa del ajetreo y mira a dónde vas y a qué.
Buscando amarte más Señor, elijo pobreza en vez de riqueza, por seguirte a Ti pobre. Elijo desprecios en vez de honores, por caminar contigo despreciado. Elijo ser mal considerado en vez de buscar honor por seguirte a Ti, que comenzaste este camino.
La Madre Teresa le respondió con una sonrisa: «Gracias a Dios que hay alguna Congregación que des-educa a los pobres.
¡Todos los demás están des-educando a los ricos!» En otra entrevista, otro periodista sugirió a la Madre Teresa que, en lugar de dar pescado a la gente, sería mejor que les enseñara a pescar. Ella respondió: «La gente a la que ayudamos apenas puede tenerse en pie. No tienen fuerza para sostener la caña. Yo les daré comida, después, os los enviaré para que vosotros les enseñéis a pescar».
Hedwig Lewis SJ
En casa con Dios
En casa con Dios
Petición
Señor, Tú conoces nuestras necesidades e intenciones, pero deseas que expresemos lo que necesitamos, por eso, si es para tu mayor gloria, te pido…
Ofrecimiento de sí
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro. Disponed de ello según Vuestra Voluntad. Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan.
Oración final
Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a San Ignacio de Loyola para extender la gloria de tu nombre; concédenos que después de combatir en la tierra, bajo su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Señor, Tú conoces nuestras necesidades e intenciones, pero deseas que expresemos lo que necesitamos, por eso, si es para tu mayor gloria, te pido…
Ofrecimiento de sí
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro. Disponed de ello según Vuestra Voluntad. Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan.
Oración final
Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a San Ignacio de Loyola para extender la gloria de tu nombre; concédenos que después de combatir en la tierra, bajo su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.